EL VALOR DEL AGUA

​El Corredor Seco, la franja de territorio que atraviesa toda la región, es una zona altamente vulnerable a eventos climáticos extremos, donde a largos periodos de seguía le siguen precipitaciones intensas que afectan fuertemente a los medios de vida y a la seguridad alimentaria. La recurrencia de estos fenómenos climáticos agrava, más si cabe, los principales medios de subsistencia de poblaciones locales, cuyos habitantes –en su mayoría jóvenes– se ven obligados a migrar a Estados Unidos. Explotación del Agua, pobreza, corrupción y migración son conceptos que tienen una relación directa en el corazón del continente americano.

2010, Centroamérica.

PANAMÁ

El agua es el combustible de este país; el Canal de Panamá, su motor económico. Los abundantes recursos hídricos del país resultan indispensables para el funcionamiento del afamado canal de navegación. 

El sistema de esclusas de Miraflores en el estrecho extrae inmensas cantidades de agua dulce del lago Gatún. En el municipio de Nuevo Caimitillo, para permitir a los navieros desplazarse por el canal. Los 1.500 habitantes de esta población, no disponen de agua en sus viviendas, son camiones cisterna los que pretenden reparar esta carencia.

En las comunidades indígenas del norte, como Bocas del Toro, más de un cuarto de su población no tiene acceso a agua apta para el consumo. Continúan luchando por lograr infraestructuras adecuadas para su saneamiento, quieren que se les reconozcan sus propios derechos. 

GUATEMALA

Al país solo le queda una tercera parte de su ecosistema natural de bosques, el resto ha sido destruido y transformado, desencadenando directamente una terrible escasez de agua. La generación de energía por medio del agua es una de las responsables. En 2016, el futuro y la vida de 30.000 indígenas quekchí se vieron amenazados por el anuncio de la construcción y ampliación de una planta hidroeléctrica, propiedad de empresas nacionales participadas de empresas españolas. El saldo: activistas asesinados, población desplazada, inmigración de los jóvenes y desesperanza por todos aquellos que no pueden o no quieren abandonar sus casas y ven, con impotencia, como el río de vida se va apagando. 

EL SALVADOR

La escasez de agua, las explotaciones de acuíferos locales –por parte de multinacionales extranjeras- y la falta de respuesta política han agravado una crisis humanitaria en el país sin precedentes. El Salvador fue víctima de uno de los denominados “proyectos de muerte”, protagonizado por la gran multinacional estadounidense de bebidas refrescantes.

Esta multinacional, planteó ampliar su negocio de embotellamiento de agua perforando un pozo cerca de Nejapa, un municipio de 30.000 habitantes, cuyas escasas reservas hídricas iban a ser manipuladas sin pudor. 

Las comunidades más pobres comienzan a luchar contra este proyecto -en su mayoría son las mujeres quienes reclaman los derechos de todo un pueblo- pero sus peticiones son ignoradas o, en el peor de los casos, acalladas con míseros incentivos. 

HONDURAS

El día a día de miles de hondureños supone una dificultad por intentar hacer acopio de agua limpia. En este país, el 70% de la población tiene acceso al agua, pero no toda es apta para el consumo. En el sobrepoblado cerro Mogote, más de 25.000 personas viven sin acceso a agua salubre e intentan buscar mejores condiciones de vida en la ciudad. El día con más suerte pueden recibir pequeños trabajos que les permitan sobrevivir o acceder a agua limpia. Su precio es más caro para los más pobres. Mientras en la ciudad puedes adquirir agua por un dólar, en estas comunidades pagan hasta cuatro veces más. 

2004, Honduras.

NICARAGUA

Nicaragua es un país rico en recursos hidrológicos, pero gran parte del agua superficial está contaminada, y el 31% de su población no tiene acceso a este recurso vital.

La mayor parte de las fuentes contaminadas proviene de los vertidos de uso doméstico o desechos industriales, que vuelven a ser depositados en ríos y áreas costeras. Los pesticidas utilizados en los campos de caña de azúcar de empresas nacionales, contaminan la red de agua cercana a poblaciones que sufren mientras observan sus campos secos y su propia salud deteriorada, en muchos casos, de forma irreparable. La ambición de unos pocos, ahoga la vida de muchos.